martes, 6 de abril de 2010

ESTADO GUAIRA

Nuestra propuesta de cambiar el nombre al Estado Vargas por Estado Guaira o La Guaira, ha sido distorsionada por algunos sectores políticos interesados en que el debate no se desarrolle de manera sana. Se ha querido establecer que la propuesta obedece a un linchamiento de la figura de José María Vargas, quien por no haber empuñado un arma en la guerra de independencia, se le pretenden negar sus enormes méritos.
Nada más alejado de la realidad. Quienes rinden glorias a Vargas, colocándolo en un lugar tan lejano que ha sido hasta ahora inalcanzable y que nada han hecho para que la gente se entere de los verdaderos méritos de médico guaireño, han colocado la discusión en un punto en el que se valora más el odio a todo lo que huela a oficialismo que al sentimiento real hacia La Guaira, como entidad que aglutina a lo que en 1998 denominaron en Caracas Estado Vargas.
José María Vargas, señores, no sólo fue ese eminente médico, catedrático y político del siglo XIX. Quienes lo reducen sólo a eso, no tienen noción de la importancia de la persona que ahora defienden con tanta vehemencia. También fue Vargas mucho más que el nombre de algunas fundaciones que han vivido bastante tiempo a su amparo. Pero lo que si no puede ser Vargas es la excusa para que un sector de politiqueros se envuelva en su manto para proyectar sus imágenes en virtud de algunos comicios electorales que se avecinan.
Muy bien, ya politizaron la propuesta. Ya dijeron que la misma es el resultado de una orden dada en diciembre pasado por el Presidente, cuando tenemos varios años andando con ella a cuestas y nunca hubo la hipócrita reacción de hoy. También dicen que es un irrespeto a la figura del “eminente sabio” quitarle su nombre al Estado, nosotros decimos que es al contrario, que Vargas debe ser el primero en estar contento con el hecho de que su amada Guaira, donde él nació, sea por fin reconocida y valorada más allá de la retórica y las falsas posturas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario